Las personas son el alma de las empresas.
El auge de las «empresas saludables» responde no solo a una moda sino a un cambio de paradigma en la forma en la que vamos a trabajar. Estas empresas de futuro tienen incrustado en su ADN el factor innovación y se muestran capaces y orgullosas de romper las viejas reglas establecidas, conscientes del valor de las personas que la componen.
